jueves, 6 de noviembre de 2008

Premios a la mejor tripulación, el Peñasco

Campeones de pesca en la modalidad Currican

lunes, 13 de octubre de 2008

EL PEÑASCO A 47 NUDOS DE VELOCIDAD, DEJANDO ATRAS LAS ISLAS CIES


DESPUES DE PESCAR FUERA DE LAS CIES Y ENTRANDO EN LA RIA DE VIGO:



Paraíso Natural:

Punta cabalo islas cies: Podéis comprobar que la roca se asemeja a la cabeza de un caballo.
Este es su lado oceánico, quiero decir la parte de atrás, donde las aguas son más bravas y vivas
.
.

Y este seria el frente o lado de la ría. La imagen transmite placidez y serenidad. Las aguas de la ría parece que las están meciendo.

sábado, 4 de octubre de 2008

EL CAMUFLAJE DE LOS CEFALOPODOS

Los cefalópodos -el grupo de animales que incluye a los pulpos, calamares y sepias- son maestros en el arte de cambiar de color; una habilidad que usan para camuflarse, amenazar o advertir a los posibles predadores que habitan en los dominios submarinos.
Muchas de estas criaturas tienen la piel recubierta de unas células -cromatóforos- que contienen un pigmento especial. Mediante el control dinámico del tamaño de dichas células, el animal puede cambiar de color e incluso crear patrones de color cambiantes. Los cromatóforos están conectados con el sistema nervioso y su tamaño está controlado por contracciones musculares.

Los cefalópodos tienen una visión extremadamente desarrollada; se cree que pueden determinar el color y la intensidad de la luz. Usando su excelente vista y los cromatóforos, los cefalópodos pueden camuflarse perfectamente creando patrones de color que son muy parecidos a los del fondo marino circundante. Este cambio de color también ocurre cuando el animal es molestado o se siente amenazado; reflejan en cierta manera el "humor" del individuo
.
El color de la piel también es usado en la reproducción; en nuestros mares es bastante fácil observar los patrones "cebrados" de las sepias macho cuando están cortejando a una hembra.
Además del control de color, muchos cefalópodos generan luz propia y pueden controlar su intensidad a voluntad. La luz generada por medios biológicos se denomina "bioluminiscencia" y los organismos marinos la usan con fines muy variados.
Algunas criaturas se cree que usan la bioluminiscencia para confundir o ahuyentar a sus predadores, otras pueden llegar a atontar a sus presas mediante un destello que las desconcierta y anula sus defensas. Otras especies usan esta luz biológica como cebo para atraer a los incautos. La bioluminiscencia también es un método para comunicarse en la penumbra o en la oscuridad de los grandes fondos oceánicos.
Los cefalópodos, al igual que otras criaturas marinas, generan luz al mezclar dos substancias que combinadas dan un compuesto que emite luz, un mecanismo similar al que usan las luciérnagas o al que se usa en los "light sticks" que llevan algunos buceadores en sus inmersiones nocturnas. Para conseguir que un "light stick" se encienda, normalmente hay que doblarlo, lo que rompe una cápsula de vidrio que hay en el interior, y hace que dos compuestos químicos se mezclen y reaccionen, generando una tercera substancia que es la que emite propiamente la luz.
Este mismo proceso es el que esencialmente ocurre en los "fotocitos" -las células generadoras de luz- y en los "fotóforos" -órganos generadores de luz- de los organismos vivos. Una substancia llamada luciferina reacciona con oxígeno en presencia de un enzima, la luciferasa. Entonces se produce la reacción química que da como resultado una nueva molécula que, en los animales oceánicos suele emitir luz de color azul o verde.
En algunos organismos, los fotóforos son simples parábolas glandulares; en otros son complejos dispositivos con lentes biológicas que les permiten enfocar la luz, con filtros de color variables o incluso un obturador ajustable que sirve como interruptor para encender y apagar la luz
rápidamente y a voluntad.
Esta sepia, retratada durante una inmersión nocturna, tiene toda laparte inferior del cuerpo iluminada por bioluminiscencia. En una noche oscura se supone que la iluminación de su cuerpo atrae a algunas de sus pequeñas presas, lo que le evita la tarea de localizarlas y es, por tanto, rentable para este insaciable cazador.
Los cefalópodos tienen a la vez fotóforos y cromatóforos en su piel y pueden controlar tanto el color como la intensidad de la luz que generan. Algunas investigaciones han desvelado que, en algunos calamares y peces, la bioluminiscencia puede ser producida por una bacteria que vive en el interior de los tejidos bioluminiscentes del animal.
Bioluminescencia de una medusa

viernes, 3 de octubre de 2008

OTRO ARCHITEUTHIS DUX

Pescado esta noche pasada a las 22:37



lunes, 29 de septiembre de 2008

LA TRIPULACION DEL PEÑASCO, YA ES FAMOSA.

¡¡ NOS ELIGIERON COMO MODELOS PUBLICITARIOS ¡¡
Esperemos que el BARCLAYS, nos regale una equipación para los cuatro tripulantes del Peñasco. ¡¡ Que menos que unas zamarras náuticas!!

lunes, 22 de septiembre de 2008

TODO PROFESIONAL QUE SE PRECIE, DEBE EQUIPARSE COMO DIOS MANDA.

Aquí podéis comprobar como nuestro querido Javier se toma en serio lo de la pesca, equipándose con el mejor material que hay ahora mismo en el mercado:



Y esta foto, que pasará a la historia como el día que más pescó:


¡¡ Animo Javi, no dejes de practicar!!

jueves, 18 de septiembre de 2008

HOMENAJE A LA PATRONA DE TODOS LOS MARINOS Y PESCADORES: " STELLA MARIS" VIRGEN DEL CARMEN


EN MEMORIA DE MI PADRE, GRAN MARINO DE PROFESIÓN, Y DEL QUE TANTO HE APRENDIDO.
En la Edad Media se creía que María significaba "estrella del mar", en latín "stella maris". Desde aquella época, muchos carmelitas han aclamado a María como la "Flor del Carmelo" y la "Estrella del Mar". Lo hizo el mismo Simón.
El nombre de "Stella Maris" se ha dado también a todos los centros del Apostolado del Mar de la Iglesia Católica que están ubicados en los puertos.
Pero ... ¿de donde viene el patronazgo de la Virgen del Carmen hacia los marineros?. En el siglo XVIII, cuando ya era muy popular la fiesta de la Virgen del Carmen en España, el almirante mallorquín Antonio Barceló Pont de la Terra, nacido en 1716 y fallecido en 1797, impulsó su celebración entre la marinería que él dirigía. Fue a partir de entonces cuando la marina española fue sustituyendo el patrocinio de San Telmo por el de la Virgen del Carmen. En muchas localidades españolas se celebran grandes procesiones marítimas que son un auténtico éxito.

Salvados del Mar:

En el verano de 1845 el barco inglés, "Rey del Océano" se hallaba en medio de un feroz huracán. Las olas lo azotaban sin piedad y el fin parecía cercano. Un ministro protestante llamado Fisher en compañía de su esposa e hijos y otros pasajeros fueron a la cubierta para suplicar misericordia y perdón.
Entre la tripulación se encontraba el irlandés John McAuliffe. Al mirar la gravedad de la situación, el joven abrió su camisa, se quitó el Escapulario y, haciendo con él la Señal de la Cruz sobre las furiosas olas, lo lanzó al océano. En ese preciso instante el viento se calmó. Solamente una ola más llegó a la cubierta, trayendo con ella el Escapulario que quedó depositado a los pies del muchacho.
Durante lo acontecido el ministro había estado observando cuidadosamente las acciones de McAuliffe y fue testigo del milagro. Al interrogar al joven se informaron acerca de la Santísima Virgen y su Escapulario. El Sr. Fisher y su familia resolvieron ingresar en la Iglesia Católica lo más pronto posible y así disfrutar la gran protección del Escapulario de Nuestra Señora del Carmen.



Salve Marinera

Salve, Estrella de los mares,

de los mares iris, de eterna ventura.

Salve, ¡oh! Fénix de hermosura

Madre del divino amor.

De tu pueblo, a los pesares

tu clemencia de consuelo.

Fervoroso llegue al cielo y hasta Ti,

y hasta Ti, nuestro clamor.

Salve, salve, Estrella de los mares.

Salve, Estrella de los mares.

Sí, fervoroso llegue al cielo, y hasta Ti,

y hasta Ti, nuestro clamor.

Salve, salve Estrella de los mares,

Estrella de los mares,

salve, salve, salve, salve.

Procesión marítima con la Virgen del Carmen


En alta mar se rinde homenaje a todos los muertos y desaparecidos, depositando miles de flores en su memoria.

Tengo dicho, y ahora quiero dejar constancia. Que el día que yo muera, quiero ser incinerado y que mis cenizas sean esparcidas por la ría de Vigo.
Sería un honor para mi, formar parte de ese gran océano que tanto me ha dado, y crear una simbiosis con el paisaje que tanto llevo en el alma.

Leopoldo Mosquera Otero.

lunes, 15 de septiembre de 2008

LAS PROPIEDADES MAGICAS DE LOS MOLUSCOS, CEFALÓPODOS

Entre los moluscos que en España tienen una larga tradición como conservas está siempre presente el calamar, esta especie de cuerpo alargado en forma de tubo, aletas triangulares y una piel lisa de color rosáceo que pertenece al grupo de cefalópodos.

Como el resto de moluscos, el calamar es un alimento de gran valor nutritivo. Presenta un contenido protéico similar a la carne de ternera y un elevado valor biológico por su excelente digestibilidad.

Estos atributos, sumados a su bajo contenido en grasas, convierten al calamar en un alimento muy recomendable para ser incluido en dietas saludables y equilibradas que prevengan distintas enfermedades.

Elementos beneficiosos.- La taurina, un aminoácido que se encuentra en grandes cantidades en los moluscos, resulta muy beneficiosa para la salud.

Entre otras propiedades, este elemento regula la presión sanguínea, reduce el colesterol y las grasas naturales en la sangre, ayuda a la disminución de coágulos y previene enfermedades cardiovasculares. La taurina ayuda también a combatir el deterioro de la vista y mejora la visibilidad nocturna.

Además, este aminoácido que nos proporcionan los moluscos, como el calamar, estimula las secreciones de insulina y controla el contenido de azúcar en la sangre, combatiendo, de este modo, la diabetes.

Recientes investigaciones han descubierto que la tinta de los cefalópodos, además de servir como condimento en diferentes recetas, contiene una serie de aminoácidos y polisacáridos muy eficaces en la prevención y curación de algunas enfermedades

Se ha averiguado que estas sustancias pueden actuar como principios activos en el tratamiento de la depresión. También se ha demostrado que la tinta de los calamares es inhibidora de la expansión bacteriana por la presencia en su composición de una determinada proteína

Por último, en un estudio realizado por científicos japoneses sobre la tinta de varias especies de cefalópodos se han obtenido resultados preliminares que indican la actividad antitumoral de ciertas sustancias químicas.

El término "calamar" que denomina a este exquisito cefalópodo tiene su origen en el pueblo romano. El recipiente que contenía la tinta destinada a la escritura era conocido como scriptorium o calamarium.
Así pues, el calamar recibió dicho nombre por ser considerado como una especie de "tintero portátil".

martes, 2 de septiembre de 2008

TROFEOS

Bueno, modestia aparte, voy a mostraros algunos de los trofeos ganados en concursos de pesca. Con el tiempo iré agregando fotos que tengo que rescatar, o volver hacer.









Timón de madera, con reloj en ojo de buey de bronce, a la mejor tripulación de pesca

Caña de Oro al mejor pescador de la ría de Vigo en el 2006


domingo, 24 de agosto de 2008

Video del "Architeuthis dux" (Calamar Gigante)

Otra buena noche de pesca del chipirón de la ría.

"CALAMARUS GIGANTUS"

viernes, 22 de agosto de 2008

CAVIAR GALLEGO RECIEN ELABORADO

Dicen que el caviar iraní es el más negro y sabroso del mundo.
Pues aquí mostraros fotos del caviar gallego en su propia tinta, elaborado por mi esposa Mela, digno del mejor gourmet representando el máximo escalafón de sabor, textura y negrura.

jueves, 21 de agosto de 2008

Los Manatís, o Vacas Marinas

Científicos de Vigo, quieren introducir el Manatí en aguas Gallegas.
Se les conoce con el sobrenombre de “Vacas Marinas” por que son grandes devoradores de algas, y en Galicia por desgracia tenemos plagas de algas no autóctonas todos los años.



Foto de dos impresionantes machos de esta especie dándose un festín en aguas del litoral gallego. Sus cuidadoras le han puesto el nombre de Baldito y Javierito.


Javierito retozándose en un colchón de algas

martes, 19 de agosto de 2008

¿Por qué los Calamares tienen la "Sangre Azul"?

Pues lejos de que sean los miembros reales del mar, su explicación es más científica, ya que su sangre(Un líquido circulatorio llamado hemolinfa), utiliza hemocianina en vez de la hemoglobina que todos conocemos normal en los animales, para transportar el oxígeno. La hemocianina es una proteína que contiene dos átomos de cobre en vez del hierro que tiene la hemoglobina, y este le confiere ese color azulado y le da nombre a la hemocianina (de cian, azul). La hemocianina tiene un rendimiento menor en el transporte de oxígeno comparándolo con el de la hemoglobina.

Su Majestad de "Sangre Azul", El Rey Calamar.

Recomendación: Siempre que valláis a pescar calamares o chocos (sepias), ir con ropa adecuada, porque os puede suceder lo que le paso al amigo de la foto:

También a este pipiolo, David hijo de Ubaldo.
Una sepia traicionera, si es que las sepias y calamares, los carga el diablo.

Yo, pescando en las Islas Cies, 1979

Donde estoy pescando, es un muelle puente situado sobre el lago dos nenos de agua salada.
Que buenos Sargos pescaba cuando despuntaba el día, ¡Buenísimos Recuerdos!
Foto cedida por Javier Amigo Campos Después de pasar por las manos de Jerónimo un amigo de Barcelona, y profesional de la fotografía.

lunes, 18 de agosto de 2008

jueves, 14 de agosto de 2008

Una Noche de Verano, Pescando Calamares en el Puerto

Yo en plena faena

Este artículo, voy a dedicarlo a contaros y explicaros como pescamos los calamares aquí en Vigo. Cierto es, que desde embarcación y en aguas más profundas se pescan ejemplares mucho más grandes-(Que en su día os contaré y mostraré), pero hoy voy hablaros de la pesca del calamar, chipirón o Lura, desde el puerto.



Estos chipirones los pesqué la noche pasada.

Una pesca que yo practico desde niño, (42 años atrás, más o menos).
Aquí en Vigo hay mucha afición a la pesca de los cefalópodos, aunque cada vez sea mas difícil su pesca; Primero porque desde el hundimiento del Prestige, llevábamos unos años que en la ría se notaba la escasez de este molusco, que yo ya intuía entonces, (cuando el hundimiento) que a la larga se verían las consecuencias del Prestige, pero gracias a que la madre naturaleza todo lo soporta, y que tiene un poder de regeneración fantástico,(y que yo, algo pesimista en este aspecto, me ha dejado muy sorprendido), estos dos últimos años se vuelven a ver bastantes calamares


Segundo, porque creo que los calamares, (esta es una teoría que yo tengo) conocen más el cebo artificial, (Potera, pajaritos, jibonera) y hay que tener una técnica muy depurada para pescarlos. Sobre esta teoría, voy a explicaros en lo que yo la fundamento, y después vosotros sacáis vuestras conclusiones.

El relieve del fondo marino de los muelles de la ría de Vigo es muy agreste, es decir rocoso. Esta condición ligada a la propia actividad del puerto y los barcos, donde desde hace muchísimos años los marineros tiran todo por la borda, -(Creen, que el mar todo lo traga, y la suciedad que no se ve, no molesta)- con lo cual el fondo marino esta plagado de trozos de redes y restos de aparejos. Esto viene a cuento, de que esta anomalía hace que se pierdan muchas poteras en el fondo marino, y de esta condición viene mi teoría.

Teoría de Leopoldo Mosquera:
Por lo explicado anteriormente, el fondo del mar, esta plagado de miles de poteras y Jiboneras que se han perdido a lo largo de los años, y en estos últimos, muchísimas, ya que la pesca del calamar como dije anteriormente se hizo muy popular congregando a cientos de personas en todos los muelles de Vigo a la procura del suculento chipirón, o como se le conoce aquí con el nombre popular de- Lura, Luriñas.


Bien, esto implica que los calamares que se acercan a la costa en busca de comida, ven estas poteras en el fondo, y bajo mi criterio las atacarán una y otra vez comprobando que no son comestibles esos pececillos de plástico.
El hecho real es que cuando se pesca a la vista bajo una potente luz, se observa que los calamares vienen detrás de la potera, pero cuando la tienen al alcance se paran y con mucho tacto la tocan pero sin atacar, reculan y se van. Yo prefiero pescarlos en la sombra, ya que atacan el engaño con más firmeza que a plena luz.
Está demostrado que estos animales al igual que el pulpo son muy inteligentes, y son capaces de reconocer lo que les hace daño.

Por todo lo expuesto aquí, me ratifico en mi teoría, y tengo la firme convicción de que esto es cierto.

Leopoldo Mosquera.
Javier y Lino, compañeros de pesca y embarcación




Otro día, os hablare de mi técnica de pesca y la modificación que yo realizo sobre las poteras comerciales, para obtener mejores prestaciones y resultados en la pesca del calamar.

sábado, 9 de agosto de 2008

Caviar Gallego, "Chipirones de la Ría" o "Luras"


Así es como denomino yo al chipirón de la Ría de Vigo.
Dicen que los calamares tienen todos un sabor parecido, pero no es del todo cierto. Porque los calamares de la Ría de Vigo, al igual que el marisco, tienen un sabor peculiar e intransferible que le transmite el rico plancton que contiene la Ría de Vigo. Como todas las cosas, quien los prueba por primera vez igual no distingue ese sabor tan especial y característico, pero como todo en la vida, cuando uno se acostumbra a comerlos, sus papilas gustativas quedan prendidas y enamoradas de ese sabor tan singular y peculiar que le confiere las aguas Viguesas.

Por lo tanto, a partir de hoy cuando me refiera al Caviar Gallego, ya sabréis de lo que Hablo.


Estamos Obligados a Cuidar los Océanos y el Planeta

El futuro de nuestro planeta es totalmente incierto. La tierra se esta recalentando debido a la poca conciencia que tenemos los seres humanos, dado que mucho de nosotros creemos que la vida de nuestro planeta es infinita. Este problema es de todos, no solo de los ciudadanos comunes que transitan normalmente por las ciudades, si no también de aquellas instituciones y gobiernos que tratan de solventar el problema, creyendo que con solo informar a las personas que tomen conciencia, ésta es la solución del problema, y no crean leyes de reciclaje, y no se preocupan del mal uso y despilfarro que se hace de las energias y los carburantes.
El cambio debe empezar por hacerse personalmente, con esto no quiero decir que una sola persona va a cambiar el mundo, sino que si todos nos unimos y compartimos nuestras ideas todo será mejor.

Nuestro planeta es una bomba de relojería, que tarde o temprano estallará, las constantes catástrofes son una prueba de ello, y todo gracias a la imprudencia humana, inconsciente e ignorante. Estamos construyendo nuestro propio fin a menos de que el hombre se de cuenta de lo que esta haciendo.

Pinchar el link:

http://www.omnilife.com/videos/videos_varios/calentamiento.swf



Tomemos conciencia y aportemos todos el granito de arena, para poder formar la montaña.

“Transportad un puñado de tierra todos los días, y haréis una montaña."

“El hombre de bien exige todo de sí mismo; el hombre mediocre espera todo de los otros."

“La mayor gloria no es permanecer de pie, sino levantarse cada vez que se cae."

"No corregir nuestras faltas es lo mismo que cometer nuevos errores."

Pensamientos de CONFUCIO (551- 479 A.C.) Nombre real: KUNG FUTSÉ, el primer y mayor Maestro de la Antigüedad Filósofo y teórico político cuyas ideas y pensamientos ejercieron una profunda influencia sobre la civilización de toda Asia Oriental.

miércoles, 30 de julio de 2008

Cantos de Sirena

Este cuento va dedicado a un gran pescador, Manolo de Fátima, que de tanto que le gusta la pesca, su madre le dice: ¿Tu no tendrás una sirena en el puerto?, porque mira que pasas horas pescando.

Música para leer este relato:



LA ÚLTIMA SIRENA. De Jesús Pérez Tierra


La barca se mecía suavemente en las tranquilas aguas. Vicente, desde las primeras horas de la mañana, aterido de frío, había sacado una y otra vez su pequeña red, sin lograr una sola captura. Ahora, yacía en el fondo de la embarcación, Desilusionado, dormido. Los dos remos también dormían a cada lado de su cuerpo. El sopor que le invadía era extraño.
La lancha empezó a derivar, suavemente al principio, más rápido después, a impulso de la brisa que iba creciendo y de una corriente de fondo que parecía tirar de ella como el cabestrante de un remolcador. Las aguas, antes azules, transparentes, lisas, empezaron a rizarse en múltiples y pequeñísimas olas; iban perdiendo color y brillo, se tornaban lechosas y de su superficie, se desprendía una niebla opaca, blanca que fue invadiendo todo. Muy lejos al principio, de forma más nítida después, lo oyó. Era un canto, casi sólo una melodía que crecía y se apagaba como el rumor de las olas del mar; no era intensa a esa distancia, pero, desde sus oídos, invadía todos sus sentidos. ¿Era alegre? ¿Era triste? No sabría decirlo; la melodía era atractiva, insinuante, irresistible. Sin tener plena conciencia de sus actos, Vicente se incorporó, tomó los remos y empezó a bogar en la dirección de la que venía el obsesionante sonido. La barca, impulsada por las fuertes remadas, por la creciente brisa y la intensa corriente, empezó a deslizarse muy deprisa, levantando nubes de espuma y dejando una larga estela blanca en aquel mar blanco y lechoso. Oía el canto cada vez más intenso y la mayor proximidad le impulsaba a remar con más fuerza. Empezó a percibir sonidos articulados que, a la distancia a la que se hallaba, parecían decir: Ena, ena, ena... Se asustó. Pensó que había un ballenero cerca y que su vigía anunciaba la presencia de una ballena. Temeroso, se puso en pie y tomó su arpón. De pronto,la barca se detuvo y no avanzó más. Volvió a sentarse e intentó remar con fuerza, sin resultado. La niebla se disipó en un gran círculo; en su interior el mar era de nuevo azul, el sol lo bañaba todo, las aguas, en calma, como cristal. En la distancia, esa niebla lo rodeaba todo,formando una blanca pared que lo aislaba del resto del mundo. De ella, nadando rápidamente a impulso de su fuerte cola, apareció. De sus labios emergía la bellísima canción, ahora perfectamente audible, palabra por palabra. Vicente se quedó embelesado oyéndola. Decía así: "Yo soy la sirena de la mar bravía que canta y que canta de noche y de día. Yo soy la sirena de la mar salada que de tanto canto, está ya cansada. Yo soy la sirena, tralara larala, de la mar serena, tralara larí. De la mar serena, tralara larala yo soy la sirena, tralara larí. Yo soy la sirena, sirena del mar, que busca afanosa su ramo de azahar. Yo soy la sirena de la mar azul, que quiere vestir blanquísimo tul."

Vicente se asió fuertemente a la borda y dijo, temblando: -¡Qué susto me has dado! Creí que me atacaba un cachalote. -¡Exagerado!- contestó ella, halagada. -¿Quién eres? -¿No has oído mi canción? Soy la sirena de la mar bravía, que canta y que canta de noche y de día. -Eso ya lo he oído- interrumpió impaciente-. ¿Es que, acaso, existen las sirenas? -¡Mírame, tonto!- dio una voltereta en el agua, sacando su plateada cola. De nuevo,mostrando su hermosa cara iluminada por su alegre sonrisa, preguntó: -Y tú, ¿quién eres? -Yo soy Vicente. -Así que tú, ¿eres Vicente? ¿El que vive entre la gente? -¡Mujer, digo, sirena! Más bien, soy Vicente el pescador. -¡No me digas! ¿Vicente el pescador, de los peces el terror? -Así es. Aunque... ahora eres tú quien me halaga. -¡Me alegro de conocerte! ¡Estoy contenta de verte! -Yo también me alegro... pero... ¿No hablas un poco raro? -¡Perdona, chico! Como no hago otra cosa que cantar; rimo sin querer, a mi pesar. -¡Eres muy hermosa! -Entonces... ¿te gusto? ¿Te agrada mi cara? ¿Admiras mi busto? -lo dijo con coquetería, sacando medio cuerpo fuera del agua y estirando sus largos y rubios cabellos hacia la nuca con ambas manos, en universal y femenino gesto. -Tras darme un susto, hablando contigo, me siento a gusto. ¡Ya no sé lo que digo! ¿Qué me pasa? ¡Yo también rimo y no quiero rimar! Lo mío es, ¡remar! La sirena miró extasiada unos momentos al pescador y empezó a cantar de nuevo: -Boga, boga marinero, súbeme a tu embarcación, méteme en tu corazón. ámame, porque te quiero. Era una melodía dulce, insinuante, enloquecedora. El miró sus ojos azules, esos labios que cantaban y deseó besarlos. La subió a la barca. Al principio fue fácil, pero después... la cola... Ella seguía cantando y ese sonido le daba nueva fuerza, le estimulaba. No supo cómo, pero logró izarla. Una vez la tuvo en la barca, la abrazó y sello sus labios con un apasionado beso. Pese a ello, la melodía seguía sonando en sus oídos, en su corazón.
Perdió el sentido del tiempo y del espacio. No supo más. La tenía en sus brazos. Por primera vez en su vida no tenía frío. Por primera vez en su vida, era feliz, pero... la cola... * * * A la mañana siguiente, estaba profundamente dormido, pero, aun en su sueño, sabía que era "casi" feliz. Le despertó el contacto, contra su pecho, de algo frío y húmedo que le daba pequeños golpes. Otra vez, otro y otro y otro... Se despertó. ¡Fenómeno extraño! ¡Llovía, pero... peces!
Nunca había oído que ocurriese nada parecido. ¡Llovía con sol y llovía... peces! Una risa cantarina, como el sonido de mil campanillas de plata, terminó de despertarle. Ella estaba ahí, de nuevo, con la cabeza fuera del agua y reía, reía, reía, llena de gozo. Con su gran cola, usándola en forma de pala, recogía los pececillos y los enviaba sobre la barca. Vicente estuvo, pronto, cubierto de pececillos, de peces... de pezones. El se había incorporado y ella le oprimía, dulcemente, el pecho con su opulento busto. -¡Buenos días, hermosa sirena! -¡Buenos días, bello pescador! -Para un hombre que vive de la mar, ha sido el mejor despertar -dijo Vicente, con una gran sonrisa, señalando la barca cubierta de la trémula e irisada plata. -He querido, pescador, despertarte con un presente, besar con cariño tu frente y darte una muestra de amor. -Agradezco el regalo, deferente. Pero... odio los ripios y tú eres ripiosa y es una pena, porque eres hermosa. ¿Lo ves? ¡Que lata! Eres, ¡contagiosa! -¡Perdóname, bello pescador! No volveré a hacerlo. Desde que te conozco soy inmensamente feliz. Estoy muy contenta. Estoy alegre y esa alegría me hace hablar cantando. -Yo también soy muy feliz contigo. Como no lo había sido en mi vida. Te agradezco los peces. -Es tu desayuno. Elige el que más te guste y cómelo. -¿Comerlo? ¡Lo siento! Yo no puedo comer pescado crudo -al ver que un gesto de desencanto borraba la alegre sonrisa de la sirena, añadió-: ¡Muchas gracias, sirena! Son unos peces maravillosos, los venderé en el mercado. -Y, ¿qué consigues con ello? -Dinero. -¿Dinero? ¿Para qué sirve? -Para comprar alimentos. -¿Para comer? -Sí. -¿Tantas vueltas para terminar comiendo? No lo entiendo. -Yo tampoco te entiendo. ¿No traicionas a los habitantes del mar, dándome esta pesca? -Mi parte superior es de mujer. En ella están mi cabeza y mi corazón, por lo tanto pienso y, sobre todo, siento como mujer. De vez en cuando, dada mi doble naturaleza, se contraponen mis sentimientos. En esa lucha vence, siempre, mi naturaleza femenina. Es esa parte la que te ama y en aras de ese amor, sacrifica a la otra. El pescador, al oír esto, se sintió emocionado, se dio cuenta de que la amaba todavía más y la abrazó tiernamente. Acarició sus cabellos mientras la besaba, apasionado. Acarició su espalda con suavidad. Bajó más la mano y tocó... las escamas. Ante su áspero y frío contacto, sintió un estremecimiento, un escalofrío, un impulso irresistible que le obligó a retirar la mano. No pudo evitar que la sirena se diese cuenta. Ella lo comprendió todo. Se desasió del abrazo y con los ojos nublados por las lágrimas se zambulló en las aguas. -¡Sirena! ¡Sirena! Ven. No te vayas. Te amo. Regresa. Vuelve a cantar. Ya no podría vivir sin tu alegría y sin tu canto. La sirena se alejaba pero, al oír los gritos del pescador, elevó su cabeza sobre las olas y volvió a emitir su dulce, su apasionante canción. -Yo soy la sirena de la mar salada que de un pescador está enamorada. Yo soy la sirena de la mar bravía que, mujer completa, volverá algún día. ¡Espérame! ¡Volveré! ¡Te amo!... ¡Siempre te amaré!... Dio un fuerte coletazo y desapareció entre las brumas que los envolvían. * * *
-¡No, no y no! No me irrites, sirena. Lo que me pides va contra la naturaleza y ni quiero ni puedo complacerte- dijo, saltándole chispas de los ojos. -Amado Padre del Mar -insistía, angustiada-. Amado Neptuno: quiero a un bello pescador. -¡Insensata! Los tritones son más bellos. -Yo quiero a mi bello pescador, amado Neptuno. Conviérteme en mujer. En mujer completa. Él me ama. -¡Vete! -A Neptuno se le ponían de punta los largos pelos de su barba-. Has llenado mi paternal pecho de ira. Como me has enfadado, una terrible tempestad azotará las aguas del océano.¡Vete!- cortó, señalando con su tridente la puerta-. No abandones el Palacio de Coral del fondo del mar, pues, si subes a la superficie correrás un grave peligro y ni yo mismo podré salvarte. Podrías morir y cuando las sirenas mueren, como todo el mundo sabe, se convierten en firmes, frías y duras rocas. ¡Vete! La sirena, salió del salón del trono con los ojos anegados en lágrimas. Se adentró en los bellos jardines y se recostó en una suave pradera de verdes algas, salpicada de parterres de anémonas de hermosura sin igual. Los sollozos ahogaban su garganta. Sabía que no volvería a cantar. Multitud de pececillos de caprichosas formas y de variados colores, compadecidos, danzaban junto a los caballitos de mar, alrredor de la sirena intentando mitigar su pena, pero ella no los veía. Lloró y lloró y lloró. De repente, se le secaron las lágrimas. Sintió que su corazón dejaba de latir. ¡Su pescador estaría en peligro, ya que, si acudía a su cita, estaría amenazado por la tempestad! A impulsos de su poderosa cola, nadó enloquecida hacia la superficie. Conforme subía, las aguas se agitaban y su rubia cabellera le tapaba los ojos. Cada vez, era más difícil nadar. Hizo un último esfuerzo y emergió de las aguas. Un cegador relámpago, seguido de un horrísono trueno, pareció saludar su presencia, advirtiéndole del peligro. Apagado el resplandor, la envolvió la oscuridad de un cielo cubierto de negrísimas nubes. Nadó en un agitado mar de tinta china. Las grandes olas, coronadas de espuma, le golpeaban el rostro, diciéndole:
"¡Vuelve, vuelve!".
Apenas podía ver. No quería oír a las olas. Intentó nadar entre dos aguas, pero la corriente la arrastraba de un lado a otro. Hizo un gran esfuerzo para sacar la cabeza. Apenas lo hizo, oyó un lejano lamento: "¡Socorro!... ¡Socorro!..." Reconoció la voz del pescador. Intentó emitir su canto para atraerle hacia ella, pero el sonido murió en su garganta agarrotada por la angustia. Desesperada, nadó con más fuerza en la dirección de la que venía el aterrador sonido. Poco a poco, se fue acercando. Las olas inmisericordes le hacían retroceder. Un nuevo y desesperado esfuerzo la acercó más. Con cada relámpago, podía ver la barca, cabalgando sobre el lomo de las olas o desapareciendo en el profundo seno de las mismas. Nadó con un titánico vigor. Mientras, Vicente pugnaba por mantenerse en la embarcación, asido desesperadamente a ambas bordas. Una gran ola, mucho mayor que las anteriores, negra y siniestra, elevó la barca a gran altura y la empujó, a velocidad vertiginosa, hacia los acantilados que destacaban su horrible dentadura contra la escasa claridad del cielo. La sirena dio un grito de angustia y con las últimas fuerzas que le restaban, ya casi agotadas, nadó contra la ola hasta alcanzar el barquichuelo. Un golpe más rudo de la ola lanzó al pescador al agua que, casi ahogado, apenas podía mantenerse a flote. Ella llegó, justo a tiempo de sujetarlo e interponer su cuerpo entre su amado, que desesperado se asía a ella, y las hiriente rocas. Sintió un gran dolor al chocar contra ellas. Perdió sus fuerzas, pero, pronto, a la vez que su mente se nublaba, la invadió una gran dulzura. Vio el rostro de su amado desfallecido, pero a salvo. Le dio un último beso. No supo más.* * *

Amaneció un día esplendoroso, con el mar en calma, como un gran lago. Los pescadores preparaban precipitadamente una embarcación para salir a rescatar a Vicente. Tenían poca esperanza, pero debían intentar la salvación del compañero. El siempre arisco y peligroso puertecillo, hoy, invitaba a la navegación pues sus aguas estaban inusitadamente tranquilas. Navegaron con fuerza y ya, fuera del abrigo, vieron con estupor que el arrecife que había costado tantas vidas, era ahora una sucesión de suaves rocas que protegían la entrada de la antes peligrosa bahía. Se aproximaron sin miedo. Vicente yacía, inmóvil, fuertemente asido a una roca. Cuando se acercaron lo suficiente, pudieron comprobar que estaba con vida. Aun inconsciente se asía, se abrazaba a esa roca y los más próximos creyeron oírle decir con voz queda y ahogada por los sollozos: -¡Sirena! ¡Sirena! ¡Mi sirena de la mar bravía!... * * *
En algún punto del espacio y del tiempo infinitos, el espíritu de la última sirena contempla el pequeño puerto, antes peligroso y ahora seguro gracias a su cuerpo petrificado. Se siente feliz. Su sacrificio no ha sido en vano. Una suave, dulce, etérea, melodía surge de su inmaterial garganta. Y cuenta la leyenda que, en las noches de luna llena, su luz azul juega con las sombras y las rocas dibujando curvas mórbidas de mujer y la espuma que las rodea simula una larga y rizada cabellera. En los días de tempestad, por encima del rugido de las olas, se oye un dulce canto procedente de las rocas que protegen el puertecillo. Este canto orienta y dirige a los pescadores para encontrar su refugio. Nadie sabe de qué se trata. Los más escépticos dicen que este sonido lo producen las olas al golpear las rocas. Vicente conocía la verdad. Abrazado a la roca durante muchas horas, escuchaba la melodía: -Yo soy la sirena de la mar bravía... Desde entonces, en los mares, no se ha vuelto a ver sirenas.



Muchas tardes y noches que Manolo va a pescar le dice a su madre, voy hacerle una visita a la Sirena.